sábado, 5 de diciembre de 2009

El por qué de este blog



Según Consulta Mitofsky, Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, es el político nacional que en encabeza las preferencias electorales para convertirse en el próximo Presidente de la República Mexicana.

Sin embargo, detrás del triunfalismo electoral que algunos medios y algunos líderes de opinión quieren contagiar a los votantes, se encuentra una realidad poco difundida que implica a uno de los personajes más nefastos de la historia política mexicana: Carlos Salinas de Gortari.

Tras haber sido nombrado Presidente electo, después de la caída del sistema electoral de 1988, Carlos Salinas de Gortari se convirtió en el político mexicano que mayor número de empresas públicas ha privatizado.

El discurso oficial detrás de estas privatizaciones fue que las empresas del estado eran "inproductivas", "poco rentables", y que consumían una cantidad importante de recursos del sector público.

La historia ha demostrado que el discurso oficial detrás de las privatizaciones era una simple mentira que trataba de ocultar el hecho de que las empresas públicas serían otorgadas a amigos y a aliados políticos de Carlos Salinas de Gortari.

Actualmente, México tiene varios de los bancos más ricos del mundo, una compañía de telefonía fija que ha llevado a Carlos Slim a la lista de Forbes, y una televisora de cobertura internacional multimillonaria. Todas ellas eran empresas para-estatales privatizadas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Enrique Peña Nieto, fiel a los postulados económicos-políticos de Carlos Salinas de Gortari, como gobernador del Estado de México ha privatizado diversos proyectos de obra pública, entre ellos, el más notable, el Viaducto elevado Bicentenario.

Aunado a ello, y siguiendo la tradición privatizadora del sexenio de Salinas, Peña Nieto ha permitido que diversos presidentes municipales regalen a empresas privadas patrimonio de carácter público.

La lógica neo-liberalista detrás de su visión de gobierno debería preocuparnos a todos: si Enrique Peña Nieto gana las elecciones presidenciales de 2012, cientos de empresas públicas, incluídas la Comisión Federal de Electricidad, la Comisión Nacional del Agua, la Comisión de libros gratuitos, Caminos y Puentes Federales, el Instituto Mexicano del Seguro Social y Petroleos Mexicanos, corren el riesgo de ser privatizadas.

La privatización, en general, es un insulto para la democracia: los políticos deciden en cuánto, cómo y a quién vender empresas y propiedades públicas (no propiedad del gobierno, sino de todos los ciudadanos) que representan un verdadero negocio para sus amigos y sus aliados políticos que terminan adquiriéndolas.

¿Qué se hizo con el dinero que representó la venta de Teléfonos de México, de Ferrocarriles Nacionales de México, del Instituto Mexicano de la Televisión, de los Estudios Churubusco, de siderúrgicas, de azucareras, de editoriales y de carreteras privatizadas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari?

¿A dónde se irá el dinero de todo aquello que se privatice en el sexenio de Enrique Peña Nieto?

Finalmente, la ideología política de Carlos Salinas de Gortari es una fachada para justificar el saqueo, el populismo y el enriquecimiento ilícito: "convertir la riqueza del gobierno en ganancia de unos cuantos, y convertir las pérdidas del gobierno en deuda de todos los ciudadanos", tal como ha dicho Andrés Manuel López Obrador, el único político desaforado en la historia reciente de México.

Votar por Enrique Peña Nieto para Presidente de México es apostarle al salinismo, y el salinismo es la peor doctrina política y socio-económica que podamos volver a padecer todos los mexicanos.

La misión de este blog es recordarles a todos ustedes quién era, quién fue y quién es en verdad Carlos Salinas de Gortari, el padrino político de Enrique Peña Nieto.


Saludos.